No hace mucho me encontré con un gráfico de la OCDE que correlacionaba la esperanza de vida y el gasto sanitario en una serie de países.
Me pareció un barómetro tan interesante de la situación global actual que he decidido comentarlo. Debajo el gráfico:
- Comparando el gasto sanitario en España en 2011 con su esperanza de vida, España tenía un sistema sanitario que no solo era efectivo, sino también eficiente en relación a los demás. Incluso países como Grecia e Italia, ejemplos innegables de despilfarro en otras áreas, tenían sistemas más eficientes que la media (estaban por encima de la curva de correlación).
- No hay una alternativa eficiente al sistema sanitario universal, que sea capaz de ofrecer calidad a un coste bajo. Un país debe decidir entre un sistema nacional de salud costoso pero efectivo o uno no costoso pero insuficiente.
- Una excepción a esta regla es el sistema de los EE. UU., que solo ha necesitado tener el sistema sanitario más caro del mundo con diferencia (en gasto per capita, no total) para lograr el 42º puesto en esperanza de vida mundial.
- El gráfico supone otra prueba más de que, a pesar de su eterna promesa de expansión, los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) todavía están a un buen trecho del resto.
- Dentro de los BRIC hay diferencias, con India al final de la cola. La llegada de Modi al gobierno hindú puede cambiar las cosas, ya que ha prometido doblar el gasto público dedicado a la sanidad. Considerando que el gasto actual son 50 miserables dólares por paciente (¡seis veces menos que Bostwana!, ¡cuatro veces menos que China!) este cambio no parece especialmente esperanzador, pero algo es algo.
- Me sorprende de nuevo que algunos países del norte tengan una esperanza de vida relativamente baja (Noruega, Canadá y Dinamarca) mientras que otros no (Islandia o Suecia).