Hace poco se publicó un estudio de investigación de la OCDE sobre las capacidades numéricas, de lectura y de resolución de problemas en un entorno tecnológico de varios países industrializados. Japón, Finlandia y Suecia estaban entre los mejores en los tres. España e Italia entre los peores en cuanto a habilidades numéricas y de lectura (ninguno participó en la prueba de resolución de problemas).
El tratamiento de la prensa española fue tan poco perspicaz como de costumbre, limitándose a subrayar los malos resultados y a dar alguna justificación especiosa para cerrar el artículo. Una de entre ellas me llamó la atención: se tendía a culpar a la LOGSE de los mismos.
¿Puede sacarse realmente esta conclusión si uno mira los datos?
Si bien, hay un claro estancamiento en las generaciones de los menores de 35 años, resumir el fracaso en la LOGSE es ridículo. Un análisis rápido permite comprobar que todas las generaciones, independientemente de la ley educativa que les tocara, reflejan resultados terribles, siempre entre los 3 últimos resultados.
A parte de eso, hay un factor claramente ignorado: La formación de una persona que lleva varios años en el mercado laboral, hace tiempo que dejó de depender de la formación escolar, y sí depende de su trabajo. Una prueba de ello es que en el mismo estudio se indica que las mujeres tienden a tener peores puntuaciones en dichas habilidades que los hombres (a pesar de terminar más carreras). Y si bien los hombres tienen más predilección por carreras técnicas, como ingenierías, la diferencia existe también en comprensión lectora.
Esto es debido simplemente a su distinta participación en el mercado laboral, en el caso de la mujer centrada en más ocasiones a tiempo parcial para hacer de núcleo familiar y con más dificultades para lograr ascensos.
¿Cuáles son entonces las razones de unos resultados tan malos?
-España es un país sin una especialización determinada. Otros países se han especializado en la realización de productos de alta tecnología o en finanzas, que requieren habilidades cognitivas desarrolladas. Lo más parecido que ha tenido España a especializarse en algo en las últimas décadas es el turismo, la agricultura, los bares y la construcción. Ámbitos que no requieren ni capacidad lectora ni numérica avanzada, como se puede ver en el siguiente gráfico:
-España es (y ha sido tradicionalmente) asimismo un país con un gran número de parados. Si las habilidades se deben practicar laboralmente para ser desarrolladas, es difícil hacerlo cuando uno no tiene trabajo alguno.
-Un tercer factor, es que España ha sido un país con bastante inmigración, y los inmigrantes tienen más dificultades en pasar este tipo de tests (aunque menos conforme sumen años en el país al que han emigrado).
En conclusión, creo que los malos resultados no se deben a una ley educativa, sino a la especialización laboral española en las últimas décadas.
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