Alguien con menos de 30 años, que vaya al banco y reciba una oferta de depósitos al 0,5 por ciento de rentabilidad, puede sorprenderse al saber que hace años los intereses de los depósitos bancarios y de las letras del tesoro rondaban el 10 por ciento.
La línea roja representa las letras del tesoro, que en 1995 daban una rentabilidad del 10 por ciento. Hoy día ofrecen el 0,2 %.
Anuncio de 1973. Fuente: ABC
Esta tendencia de bajada de rentabilidad en las últimas décadas no es exclusiva de España, sino que se ha dado en prácticamente todos los países ricos.
En el siguiente gráfico, se pueden ver dos de las causas principales. La línea azul representa el crecimiento anual del producto nacional bruto de los EE. UU. y la línea roja el de la inflación.
Ambos han sufrido una clara reducción en las últimas décadas, como demuestran unos picos y valles cada vez menos acusados.
La razón del descenso del PIB es que parte de las infraestructuras y tecnología ya están construidas, por lo que la inversión desciende. De vez en cuando se dan revoluciones tecnológicas puntuales, pero estas tienen cada vez menos impacto (el boom de Internet antes del 2000 fue más bien modesto). Al descender la inversión, los posibles deudores pagan menos por nuevos créditos.
El efecto de la inflación es también importante. Si los bancos prevén una inflación alta (digamos del 8 por ciento) pueden permitirse dar un interés alto (digamos que del 5 %). Si en cambio presumen, como ocurre en la actualidad, que en Europa se rondará la deflación, entonces ofrecerán descuentos miserables, como está pasando estos días.
La tendencia importante es a largo plazo. Cuando un país llega a un cierto punto de industrialización, crece cada vez menos, sus innovaciones tienen un efecto menor y los tipos de interés bajan lentamente, permitiéndose fluctuaciones cada vez menores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario