jueves, 31 de octubre de 2013

Consecuencias de la apreciación del euro respecto al dólar



Las exportaciones en España suponen quizás el único foco positivo tras la crisis. Ante una demanda interna mellada y unos impuestos crecientes, las empresas españolas que han podido, han enfocado sus ventas al exterior. Lo que no se podía vender aquí, se ha intentado vende fuera.

Dicha estrategia ha dado sus frutos:




La línea azul son las exportaciones españolas, la roja las importaciones.

Como se ve, España se postula a partir de 2009, y por primera vez en mucho tiempo, como un país exportador. Las importaciones descienden a su vez, debido a una demanda interna patética, pero España logra encontrar un mercado exterior, en muchos casos centrado en objetivos comerciales hasta ahora exóticos, donde poder vender. La mejora en ese aspecto es evidente

No tiro con ello las campanas al vuelo, desde un punto de vista general. Los indicadores españoles positivos (crecicimiento de una décima, mejora en la tasa de cobertura) son sólo ligeramente positivos, mientras que los negativos (desempleo, deuda estatal, deuda privada) son horrendos.
Pero hay algo a lo que aferrarse.

En todo este embrollo llega -otra vez- la noticia de la fortaleza del euro respecto al dólar (1,38 euros por dólar), en parte debido a la debilidad del dólar, dañado últimamente por el sistema político absurdo que se traen entre manos allí. 

En toda apreciación de moneda hay dos mecanismos de comercio exterior en juego, que pueden afectar a España:

1) Para empezar, hay un riesgo de que las exportaciones bajen. Esto tiende a ocurrir en los países que compiten por precios, no en aquellos que lo hacen por calidad. A Alemania, por ejemplo, lleva años dándole igual que suba el euro, porque sus productos se van a vender de todas formas: la gente está dispuesta a pagar más por ellos.
En ese sentido será interesante lo que ocurra con España. Si el país ha podido aumentar sus exportaciones sin tener la vieja opción de devaluar la moneda, es porque hay "músculo". Sin embargo queda por ver si este será suficiente para resistir el problema de una nueva apreciación.

Al pequeño freelancer que cobra en dólares por sus servicios al exterior, la situación le causa un problema sí o sí: o pierde dinero o pierde clientes.

2) Por otro lado, hay un riesgo de que la venta al interior descienda, porque los productos de importación tienen un mejor precio en comparación con los interiores. Tal y como lo veo yo, esto sólo puede ser un problema más, pero queda por ver en qué grado.

En cualquier caso, la apreciación del euro va a ser un test interesante a la competitividad española.

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